Una noche mas, cuando el calor pesa,
cuando las ilusiones se desvanecen, cierro los ojos para abrazar a
los sueños, esos que se escapan de la prisión de mi imaginación.
Vuelo entre estrellas, navego entre las oscuridad del inmenso cielo,
buscando un nuevo amanecer con el que poder despertar.
He soñado, que era el viento, que
acariciaba la hierba de la pradera. Que los arboles me hablan cuando
pasaba a su lado, que las flores me saludaban a mi paso, que tus
manos jugaban conmigo y tu pelo se mecía y acurrucaba junto a mi. He
soñado que te hablaba mas allá de los sueños, donde te perdiste
una vez.
Soñé que era un arcoiris por el que
tus risas descendían, y explotaban de color al caer junto a mi lado.
Me pintabas en cuadros de fantasía y tu pinceles se llenaban de
color, para seguir pintando con los colores que te ofrecía. Soñé
que te manchabas pero no te importaba porque a si tu piel se sentía
acariciada, allí donde mis caricias se perdían, mas allá de los
sueños.
Recordé tus besos de pasión, los que
no tenían una razón. Y desee soñar con uno de ellos. Pero soñé,
que estos huían de la cárcel del ayer para presentarse ante el
olvido. Imagine entonces que rescataba del recuerdo a tus labios
mojados, que se habían perdido, mas allá de los sueños.
Mas allá de los sueños, te hable, te
acaricie y te bese. Es allí, donde cada noche decido ir para
encontrarte una vez más. Porque es mas allá de los sueños donde
permanece tu recuerdo y espera que sea apresado por uno de mis
sueños. Porque en aquel lugar descansa mi corazón, allí donde estas
tu. Mas allá de los sueños
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