sábado, 23 de noviembre de 2013

Y si

Y si por un instante, aunque breve, decidieras quedarte a mi lado. Y si con ese instante consiguiera hacerte sentir lo que nunca sentiste, hablar lo que nunca hablamos, recodar sin que nos duela, en ese mismo instante, mientras me sonríes, yo seria feliz. Y si en ese instante te mirase a los ojos y te dijera mil poesías, te cantara mil canciones o te contera varios cuentos. Quizás tus labios acabarían pronunciando mi nombre para la eternidad.

Y si pasearas junto a mi, con tu mano buscando la mía, con tu cuerpo buscando tu calor, con tu cabeza llena de mi o y si decidiera reducir las distancias hasta las transparencia del aliento entre tus besos y los míos, tus labios acabarían buscando un para siempre.

Y si en un momento decidiera robarte un beso; mientras hablas, por el placer de callarte y sorprenderte; mientras lloras, para que en ese beso sepas lo que siento; mientras ríes, para conocer el sabor de tu risa; mientras jugamos en la mentira mas hermosa; la mentira del amor. Cuando me busques mi boca te habrá alcanzado, para volver a perderse entre tus labios y quizás ellos busquen un motivo para confundirse.

Y si en la mitad de la noche te acariciara tímidamente o mis manos bailaran sobre tu cuerpo o ellas quisieran perderse entre tu pelo o y si ellas te buscaran para regalarte gemidos, para retornar una y otra vez al suspiro de la pasión. Y si esa noche fuera la primera de muchas en las que comience a acurrucarme en tu regazo y sean tus labios los que me despierten.

Y si yo fuera el comienzo y tu el final ¿te quedarías?.

Y si los miedos despareciesen ¿lo harías?.

¿Partirías por fin a ese sitio del que nuestros sueños hablan?

Solo se que si todo esto sucediera, seria todo para ti.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Siempre sabes

Uno de tus suspiros provoca las mas agradables de las tormentas en mi corazón. Te invito al susurro en la oscuridad, a que me digas la verdad mientras mis manos se pasean por tu cuerpo, a que tu susurro sean pasión. Te invito a compadecerte de mi muerte sin ti, de que me resucites con el suave sonido de tu voz tras el amanecer, porque cada noche que sueño hayo la muerte sin tu latido.
Una mirada pierde el tiempo, una mirada que te congela, que te atrapa y te inmoviliza. Me miras y no puedo apartarme de ti, me miras y no puedo salir huyendo, me vuelves a mirar y tus ojos se unen con los míos. Una mirada que me detiene y me pide, que me desea y me posee. Una mirada que me hace mas humilde, mas sincero, mas tierno, tu mirada que es la mía.
Que un gesto nos acerque, nos una, nos junte. Que separe las distancias que te tienen perdida donde quiera que te encuentres. Que ese gesto me lleve a ti y te encuentre, que me de una oportunidad de redimirme y complacerte. Que ese gesto te traiga, me conformaría con un instante de una eternidad. Que ese gesto lo recuerdes allí donde vayas.
Que necesito de tus besos, para que el tiempo no agriete a mis cansados labios. Que necesito de tus caricias para que me den el calor que tanto necesito, que necesito de tu voz para poder conciliar el sueño o que te necesite a ti es algo que tu ya sabias, porque tu siempre sabes que es lo que yo necesito.

viernes, 15 de noviembre de 2013

En la cama

Rozaba la noche la madrugada cuando sus ojos despertaron. Sudoroso, cansado, con la respiración agitada y el corazón desbocado, su viejos fantasmas vinieron a visitarlo como de costumbre. Pequeñas pesadillas que interrumpían sus pequeños instantes de tranquilidad. Desplazo la mano buscando su calor y allí estaba ella. Acaricio la rojez de su mejilla, paseo por su pelo y observo como respiraba con tranquilidad. Sumida en su sueño profundo.
-Te quiero- Susurro a su oído.
Ella sonrió y abrió sus ojos para mirarlo. Esos por los que tantas locuras hubo cometido, esa mirada que tanta felicidad le proporcionaba.
-Yo a ti también- murmuro ella mientras su labios volvían a juntarse con los de el.
-Aveces tengo miedo de que todo sea un sueño, de despertar y no encontrarte a mi lado. Te echaba de menos-. Dijo el mientas sus bocas seguían buscándose.
Ella se separo y volvió sonreír, busco con su dedo la boca de el para así callarlo y desposeerlo de toda convicción. El beso su dedo, beso su mano, beso su cuello y se fundió en sus labios. La abrazo y otra noche mas sintió el latido de su corazón.

martes, 12 de noviembre de 2013

Quizás no te hayas dado cuenta

Quizás no te hayas dado cuenta pero yo soy quien se cruza contigo todo los días por la calle, el que se gira para ver como tu pelo lo acaricia el viento o como tu figura se esfuma entre la multitud, soy yo quien se queda parado esperando una mirada, una sonrisa. Quien te sueña por la noches y quien juega con las estrellas de sus recuerdos.
Quizás no te hayas dado cuenta pero soy yo quien espera el mismo autobús, solo por el placer de verte un día mas. Soy yo quien te observa mientras esperas, quien se fija en tus labios al sonreír, o en tus manos buscando el calor de tu aliento. Soy quien se fija en tu piel manchada por el frió o en tu forma paciente de esperar. Soy yo quien aveces cuida de ti.
Quizás no te hayas dado cuenta, pero soy yo quien te vio llorar en aquel asiento, mudo pero con el corazón roto por ver derramar lágrimas de amor, fui yo quien no supo consolarte mientras miraba, una y otra, vez como ni la música podía curar tu corazón. Soy yo quien aveces espera encontrarte caminando para tener el valor a saludarte y que tu me dediques un simple gesto.
Quizás no te hayas dado cuenta pero soy yo quien te busca, quien te mira, quien en silencio te admira. Soy yo quien sueña contigo, soy yo quien imagina cuentos a tu lado, aventuras sin final soy yo quien un día imagino una historia y murió con ella. Ahora quizás ahora ,que ya no estoy allí, sabrás quien soy yo.


lunes, 11 de noviembre de 2013

Esa silla

Aquel día, en que todo cambio, decidí quedarme quieto en el mismo lugar en el todo sucedió, decidí sentarme tranquilamente a ver pasar el tiempo, desde la tranquilidad de una silla contemple como las nubes se difuminaban con el viento, como las tormentas llegaban sin cesar para derramar sus lágrimas sobre mi, como el sol salia una y otra vez y allí, mientras yo esperaba, nada llegaba.
Llego un día en que aquel día dolió y su mero recuerdo destrozaba el alma. Ese día seguí sin levantarme y continué viendo pasar el tiempo, viendo pasar a las personas una y otra vez intentando quedarse para hacer de mi tiempo algo valioso, pero se marcharon o las eche. De eso hace tanto tiempo que ya no lo recuerdo, porque aveces mi único recuerdo es aquel día, ese dichoso día.
Aveces tengo ganas de levantarme y empezar a caminar sin rumbo alguno, solo con la esperanza de encontrar lo que busco o de encontrarme con lo que anhelo. Aveces sueño con que puedo volar y huir de esa silla en la que me estremezco, sueño que camino entre valles y montañas, entre ríos y mares, sueño que acaricio a las nubes y juego con las estrellas, como solía hacerlo antes de aquel día. Pero pasan las horas, los minutos y los segundos, pasa el viento rozando mis labios, los pájaros cantando mi canción o pasas tu y no ves.
Desde aquel día nada es igual, tu cambiaste, yo también, tu seguiste, yo me pare y aveces el destino cruel te trae en secuencias efímeras que entristecen y aprietan las ya oxidadas cadenas que me atan a esa silla. Me ancle y busco cualquier excusa para estar sentado, para no implicarme, para no decidir y mi mayor excusa es esa silla.
Ella lo es todo para mi, es mi sustento y mi energía, esa silla sostiene mis penas y distrae mis pensamientos, ella me da fuerza aunque desespere. Por aunque no me guste, aunque sea incomoda, aunque me queje de ella, aunque me duela el alma por no poder seguir creo que merece que la haga un rato mas de compañía.
Desde aquel día se que mi camino se uniría a la silla, por miedo o inseguridades, por lealtad o nobleza, por sentimientos o por razones sentenciadas. Quizás algún día tenga el valor de abandonarla y dejarla a su suerte, quizás necesite ese pequeño empujón para desperezarme y comenzar... Comenzar de nuevo sin miedos.