viernes, 20 de diciembre de 2013

Quisiera enamorarte

Quisiera enamorarte con una simple caricia, que se deslice lentamente por tu cuerpo, que marque cada una de tus curvas, que erice cada uno de tus pelos y que se pierda entre el deseo. Una caricia sin prisa, ansiosa, desesperada por explorar el calor de lo salvaje. Una caricia a la que le dediques tu mejor suspiro.
Quisiera enamorarte con un beso, húmedo, sincero. Con un beso sediento de ti, que se sumerja en tu boca una y otra vez, un beso que arañe tus labios, que acabe en una sonrisa tras una caricia. Quisiera dártelo y que fuera eterno, que tu boca nunca se separara y que tu legua bailara con la mía.
Quisiera que estas noche te enamoraras de mi, bajo la luna, con el silencio del coche y con mi mirada traspasándote, quisiera que en una noche mágica nuestros cuerpos se rozaran para acabar unidos hasta el amanecer, Una noche y te enamorarías, un amanecer y me sonreirías, un día y nunca querrías que me marchara.
Quisiera que mis letras te enamoran, que mis canciones te derritiesen, que mis palabras te alocasen. Quisiera que te perdieras por mi, que murieses de locura ante mi. Pediría la locura de tu cabeza, gestos sin miedo y silencios sin temor. Y ahora que dirías si te dijera que quisiera enamorarte, aunque se que aunque fácil es imposible.

Disculpa

Disculpa, no me había fijado en tus ojos. Lo siento pero no me había dado cuenta de que quiero que me miren siempre, de que se despierten junto a mi, que en una mirada me atraparon y me engañaron, me observaron y bajo su mirada me sentí empequeñecer por la profundidad de tu brillo. Lo siento pero no me gustaría olvidarlos y que no fueran mas que un recuerdo en un día común.

Quisiera pedirte perdón, por besar tus labios, ellos me llamaban, tu boca pronuncio un adelante y su humedad me invito a continuar. Disculpa por no avisarte de que no dejaría de morderlos, acariciarlos, besarlos. Disculpa si aveces en la torpeza del ansia de tu sabor, mi boca deja su señal. Disculpa porque ella solo quiere conocer el matiz de tu piel.
Disculpa por el tacto frió de mis manos, pero mi calor ahora esta en el corazón. Por las caricias que se tropiezan en los lugares mas suaves, que recorren una y otra vez los desiertos de tu piel. Siento que mis manos no sean tan ágiles como mis besos, siento que no te susurren palabras de amor. Pero no siento que hagan lo que hacen porque con ellas tus suspiros parecen una canción.
No quisiera molestarte ni entrar en tu vida como un huracán. Disculpa si te molesto cuando mas ocupada estas pero no quisiera que mis manos dejasen de tocarte. Me culpo por mentirte en que yo no siento nada, en que no hay ilusión. Disculpa por mentirte, pero con ello te marcharías.

martes, 17 de diciembre de 2013

He de marcharme

He de decirte que me tengo que marchar. Lejos, muy lejos, donde tus labios no me alcancen, donde tus caricias no me encuentren, donde tus palabras no me seduzcan, donde la noche sea día y donde los sueños no existan, he de marcharme porque te estas convirtiendo en mi perdición, en mi locura, en mi enfermedad.

He de irme aunque no lo quiera, aunque el reloj me pida que me quede, aunque tus besos me indiquen que aguante un segundo mas, aunque tus susurros me ericen la piel, aunque tu te abrazes tan fuerte que tu corazón retumbe en mi. He de irme aunque la lágrimas escapen de su prisión, porque sentí tu calor donde no quería sentirlo.
He de marcharme pero tus besos no me dejan, me convencen para un instante mas. He de irme pero tus caricias se pierden en mi piel, tus palabras muerden el corazón y me pierden, me lían, me distraen y caigo. Caigo una y otra vez en la pasión de tu besos, en la tentación de tu piel, en la alegría de tu calor. Pierdo la noción del tiempo, pero he de escapar, he de irme, no quiero ser atrapado ni caer en las redes de lo evitable. He de huir porque este camino es el que estuve evitando.
He de marcharme donde nadie me encuentre, he de alejarme de ti, he de evitar tu mirada y los momentos junto a ti. Pero aunque sepa que me tengo que marchar, siempre acabo acercándome a ti. Siempre acabo buscándote, encontrándote, mirándote. Siempre acabo despidiéndome para volver a verte.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Y si

Y si por un instante, aunque breve, decidieras quedarte a mi lado. Y si con ese instante consiguiera hacerte sentir lo que nunca sentiste, hablar lo que nunca hablamos, recodar sin que nos duela, en ese mismo instante, mientras me sonríes, yo seria feliz. Y si en ese instante te mirase a los ojos y te dijera mil poesías, te cantara mil canciones o te contera varios cuentos. Quizás tus labios acabarían pronunciando mi nombre para la eternidad.

Y si pasearas junto a mi, con tu mano buscando la mía, con tu cuerpo buscando tu calor, con tu cabeza llena de mi o y si decidiera reducir las distancias hasta las transparencia del aliento entre tus besos y los míos, tus labios acabarían buscando un para siempre.

Y si en un momento decidiera robarte un beso; mientras hablas, por el placer de callarte y sorprenderte; mientras lloras, para que en ese beso sepas lo que siento; mientras ríes, para conocer el sabor de tu risa; mientras jugamos en la mentira mas hermosa; la mentira del amor. Cuando me busques mi boca te habrá alcanzado, para volver a perderse entre tus labios y quizás ellos busquen un motivo para confundirse.

Y si en la mitad de la noche te acariciara tímidamente o mis manos bailaran sobre tu cuerpo o ellas quisieran perderse entre tu pelo o y si ellas te buscaran para regalarte gemidos, para retornar una y otra vez al suspiro de la pasión. Y si esa noche fuera la primera de muchas en las que comience a acurrucarme en tu regazo y sean tus labios los que me despierten.

Y si yo fuera el comienzo y tu el final ¿te quedarías?.

Y si los miedos despareciesen ¿lo harías?.

¿Partirías por fin a ese sitio del que nuestros sueños hablan?

Solo se que si todo esto sucediera, seria todo para ti.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Siempre sabes

Uno de tus suspiros provoca las mas agradables de las tormentas en mi corazón. Te invito al susurro en la oscuridad, a que me digas la verdad mientras mis manos se pasean por tu cuerpo, a que tu susurro sean pasión. Te invito a compadecerte de mi muerte sin ti, de que me resucites con el suave sonido de tu voz tras el amanecer, porque cada noche que sueño hayo la muerte sin tu latido.
Una mirada pierde el tiempo, una mirada que te congela, que te atrapa y te inmoviliza. Me miras y no puedo apartarme de ti, me miras y no puedo salir huyendo, me vuelves a mirar y tus ojos se unen con los míos. Una mirada que me detiene y me pide, que me desea y me posee. Una mirada que me hace mas humilde, mas sincero, mas tierno, tu mirada que es la mía.
Que un gesto nos acerque, nos una, nos junte. Que separe las distancias que te tienen perdida donde quiera que te encuentres. Que ese gesto me lleve a ti y te encuentre, que me de una oportunidad de redimirme y complacerte. Que ese gesto te traiga, me conformaría con un instante de una eternidad. Que ese gesto lo recuerdes allí donde vayas.
Que necesito de tus besos, para que el tiempo no agriete a mis cansados labios. Que necesito de tus caricias para que me den el calor que tanto necesito, que necesito de tu voz para poder conciliar el sueño o que te necesite a ti es algo que tu ya sabias, porque tu siempre sabes que es lo que yo necesito.

viernes, 15 de noviembre de 2013

En la cama

Rozaba la noche la madrugada cuando sus ojos despertaron. Sudoroso, cansado, con la respiración agitada y el corazón desbocado, su viejos fantasmas vinieron a visitarlo como de costumbre. Pequeñas pesadillas que interrumpían sus pequeños instantes de tranquilidad. Desplazo la mano buscando su calor y allí estaba ella. Acaricio la rojez de su mejilla, paseo por su pelo y observo como respiraba con tranquilidad. Sumida en su sueño profundo.
-Te quiero- Susurro a su oído.
Ella sonrió y abrió sus ojos para mirarlo. Esos por los que tantas locuras hubo cometido, esa mirada que tanta felicidad le proporcionaba.
-Yo a ti también- murmuro ella mientras su labios volvían a juntarse con los de el.
-Aveces tengo miedo de que todo sea un sueño, de despertar y no encontrarte a mi lado. Te echaba de menos-. Dijo el mientas sus bocas seguían buscándose.
Ella se separo y volvió sonreír, busco con su dedo la boca de el para así callarlo y desposeerlo de toda convicción. El beso su dedo, beso su mano, beso su cuello y se fundió en sus labios. La abrazo y otra noche mas sintió el latido de su corazón.

martes, 12 de noviembre de 2013

Quizás no te hayas dado cuenta

Quizás no te hayas dado cuenta pero yo soy quien se cruza contigo todo los días por la calle, el que se gira para ver como tu pelo lo acaricia el viento o como tu figura se esfuma entre la multitud, soy yo quien se queda parado esperando una mirada, una sonrisa. Quien te sueña por la noches y quien juega con las estrellas de sus recuerdos.
Quizás no te hayas dado cuenta pero soy yo quien espera el mismo autobús, solo por el placer de verte un día mas. Soy yo quien te observa mientras esperas, quien se fija en tus labios al sonreír, o en tus manos buscando el calor de tu aliento. Soy quien se fija en tu piel manchada por el frió o en tu forma paciente de esperar. Soy yo quien aveces cuida de ti.
Quizás no te hayas dado cuenta, pero soy yo quien te vio llorar en aquel asiento, mudo pero con el corazón roto por ver derramar lágrimas de amor, fui yo quien no supo consolarte mientras miraba, una y otra, vez como ni la música podía curar tu corazón. Soy yo quien aveces espera encontrarte caminando para tener el valor a saludarte y que tu me dediques un simple gesto.
Quizás no te hayas dado cuenta pero soy yo quien te busca, quien te mira, quien en silencio te admira. Soy yo quien sueña contigo, soy yo quien imagina cuentos a tu lado, aventuras sin final soy yo quien un día imagino una historia y murió con ella. Ahora quizás ahora ,que ya no estoy allí, sabrás quien soy yo.


lunes, 11 de noviembre de 2013

Esa silla

Aquel día, en que todo cambio, decidí quedarme quieto en el mismo lugar en el todo sucedió, decidí sentarme tranquilamente a ver pasar el tiempo, desde la tranquilidad de una silla contemple como las nubes se difuminaban con el viento, como las tormentas llegaban sin cesar para derramar sus lágrimas sobre mi, como el sol salia una y otra vez y allí, mientras yo esperaba, nada llegaba.
Llego un día en que aquel día dolió y su mero recuerdo destrozaba el alma. Ese día seguí sin levantarme y continué viendo pasar el tiempo, viendo pasar a las personas una y otra vez intentando quedarse para hacer de mi tiempo algo valioso, pero se marcharon o las eche. De eso hace tanto tiempo que ya no lo recuerdo, porque aveces mi único recuerdo es aquel día, ese dichoso día.
Aveces tengo ganas de levantarme y empezar a caminar sin rumbo alguno, solo con la esperanza de encontrar lo que busco o de encontrarme con lo que anhelo. Aveces sueño con que puedo volar y huir de esa silla en la que me estremezco, sueño que camino entre valles y montañas, entre ríos y mares, sueño que acaricio a las nubes y juego con las estrellas, como solía hacerlo antes de aquel día. Pero pasan las horas, los minutos y los segundos, pasa el viento rozando mis labios, los pájaros cantando mi canción o pasas tu y no ves.
Desde aquel día nada es igual, tu cambiaste, yo también, tu seguiste, yo me pare y aveces el destino cruel te trae en secuencias efímeras que entristecen y aprietan las ya oxidadas cadenas que me atan a esa silla. Me ancle y busco cualquier excusa para estar sentado, para no implicarme, para no decidir y mi mayor excusa es esa silla.
Ella lo es todo para mi, es mi sustento y mi energía, esa silla sostiene mis penas y distrae mis pensamientos, ella me da fuerza aunque desespere. Por aunque no me guste, aunque sea incomoda, aunque me queje de ella, aunque me duela el alma por no poder seguir creo que merece que la haga un rato mas de compañía.
Desde aquel día se que mi camino se uniría a la silla, por miedo o inseguridades, por lealtad o nobleza, por sentimientos o por razones sentenciadas. Quizás algún día tenga el valor de abandonarla y dejarla a su suerte, quizás necesite ese pequeño empujón para desperezarme y comenzar... Comenzar de nuevo sin miedos.

jueves, 31 de octubre de 2013

Por fin

Parece ser que por fin te has marchado. Por fin has desaparecido de mis recuerdos que te añoraban cada día, de mis sueños que herían todas las noches, de mis anhelos que te deseaban a todas horas, por fin te has marchado aunque me hayas dejado solo. Por fin has desaparecido porque ya no hay rastro alguno de ti.
Pero tendrás que perdonarme, porque cuando vuelvas no estaré donde me dejaste, me canse de esperar. Me tendrás que perdonar por haber querido seguir sin ti, pero pensé que no vendrí
as. Tendrás que perdonarme que ya no sea el mismo pues tu te llevaste la mitad que no volverá, te la puedes quedar de recuerdo. Sabia que volverías, que un día u otro te acercarías solo para observar la misma ausencia que tu dejaste en mi. Si, te tengo que pedir perdón que sea por seguir los paso del camino que en el frió invierno debí seguir ya hace años.
Pero no me marchare del todo, nunca me alejare de tu cabeza, de tus recuerdos o de tu corazón, siempre soñaras con el primer beso bajo la lluvia, con la caricias robadas en los claros de la luna, con los sueños acurrucada en mi. Siempre pensaras en mi, aunque beses a otra persona. Pero por fin puedo decir vencí a mis pecados, a mis miedos a mis recuerdos. Por fin puedo levantar la cabeza sin miedo a verte.
Toda victoria es amarga, toda lucha destruye lo que mas amas, toda guerra acaba sin final y todo acaba contigo.

martes, 22 de octubre de 2013

Una desconocida

Quizás te encuentres en algún lugar, puede que nuestras miradas se cruzaran en algún instante tan eterno que quedase gravado en mi memoria. Puede que alguna vez me haya fijado en ti sin querer y tus ojos me hayan cautivado, a lo mejor la casualidad me enseño lo fortuito de los trenes pasajeros que se marchan sin esperar.

Solo se que anoche soñé, soñé con tu mirada en la cama que me pedía un beso tras otro, con tu respiración agitada y tu corazón desbocado. Soñé con tus labios húmedos jugando a arrancar caricias en mi piel, con tus manos suaves perdiéndose en mi cuerpo. Soñé que jugábamos tras las sabanas en el frío invierno y, yo, por fin sentí calor.
Sentí el calor que tanto me hacia falta, la compañía que siempre quise, la sinceridad que tanto añoraba. Soñé que me recorrían mariposas y que mi corazón bailaba bajo tu voz. Tus cabellos rozaban la sensibilidad de mi piel llenándola de emociones que nunca comprenderé. Mis heridas, mis miedos, mis temores, desaparecían bajo el suave tacto de tus besos.
Vi tu mirada, profunda y eterna. Sentí tus besos, breves y personales. Acaricie tu cuerpo, caliente y tembloroso. Escuche tu voz, tierna y pausa. Susurre a tu corazón que se quedara junto al mio y comprendí que todo era imposible pues eras una desconocida en uno de mis sueños, que mis recuerdos pusieron en mi camino, soñé con un instante que sera eterno, pues a pesar de que no comprendo quien pudo ser sentí lo que quería sentir

miércoles, 9 de octubre de 2013

Una carta para ti

Hace tiempo que te marchaste, que te alejaste. O quizás fui yo quien te echo de mi vida sin yo quererlo ni necesitarlo, pero solo se que han pasado los años, los meses, las semanas y los días y todavía sigues anclada a mi. ¿Por que? No paro de preguntármelo, de interrogarme sobre la misma pregunta una y otra vez esperando una respuesta. La espero de mis sueños, pero estos me hablan de otras cosas, la busco en la calle pero nunca llega a su hora, la intento encontrar en caminos que no son los que yo hubiera elegido para mi. Pero sigo sin encontrarla.
Tu tuviste la solución, a tu lado, como siempre quisimos que fuera, nos perdimos y no nos conseguimos encontrar. Pues tu te negabas y yo me negué, no quise seguir haciéndome daño, no quise herirme mientras te veía y no podía besar tus labios, no podía acariciarte, ni abrazarte. Comprende que me negara a una amistad que tu querías, pero lo que yo sentía no era precisamente eso. Lo intentamos y no puedo ser, solo tu conoces las razones por las que decidiste acabar y continuar sin mi.
Hoy y como otros días utilizo las palabras , las hojas en blanco, el pulsar acelerado de mis dedos para decir lo que no soy capaz de decirte. No te olvido no, no puedo y nunca podre, la gente me pregunta y no se contestarles ni darles una explicación de porque me ocurre, pero es así. Me aferro a lo impulsos de un corazón que sigue llamándote y me dejo llevar. Me encadeno a los recuerdos que vuelven una y otra vez y a la sensación de vació, perdida o añoranza que siento cuando veo tus fotos, porque con ellas me agito una y otra vez y se despiertan los sentimientos que intento encerrar profundamente.
Me hice insensible, frío, calculador. Me cree una coraza que no dejo que nadie traspase y si consiguen un mínimo atisbo desaparezco y muero una y otra vez. Solo porque no quiero sufrir, no quiero sentir, no quiero herirme como lo hice contigo, porque sufrí y ame como nunca podre volver a hacerlo y ,eso para ellas, no es justo. Construí a tu lado grandes sueños, que volaron con el soplido de la despedida, cree un cuento para ti del que tu escribiste un amargo final y aun así.... sigo esperando tu perdón.
Tu perdón por dejar de ser el hombre del que te enamoraste, por dejarte sin libertad para elegir. Nunca exigí, nunca quise, nunca espere que me dieras lo que yo te daba, de que me sorprendieras como yo lo hacia. Solo quería tu sonrisa al despertar y tus besos al anochecer, quería tus caricias en mis labios y tu risa en mis sueños. Te quería a ti, a tu sonrisa, a tu mirada, a tu calor, nunca quise nada mas que una vida junto a ti.
Me decías que era increíble, que valía demasiado y después de todo te marchaste. Siempre he esperado un perdón de tu parte para que yo pueda descansar, siempre espere alguna explicación para que yo deje de sufrir y pensar que todo fue culpa mía Siempre quise un beso de despedida y las letras de nuestra canción. Quizás crea demasiado en el destino y en las cosas ligadas a él. Quizás crea que alguien algún día te llame o te escriba y te cuente lo que escribo para ti, lo que siento por ti y decidas leerlo, recapacites y entonces otra vez tus besos sean para mi. Un sueño, algo improbable, pero que aun así hace que tenga un poco de esperanza.
Mis labios podrán pasar por muchas pieles, pero ninguna sabrá como la tuya, mis manos podrán acariciar muchos cuerpos pero ninguno tendrá tu calor, mis miradas podrán brillar con otros ojos pero nunca tendrán el brillo que tenían cuando te miraba, mi corazón podrá bailar junto a otro pero nunca lo harán como lo hizo junto a ti.
Llego la hora de despedirse, de decir adiós, de que nos separemos y sigamos siendo dos extraños. Es la hora del olvido, de empezar a creer en mi y valorarme, como tu nunca lo hiciste. Espero y deseo que algún día leas todo lo que era tuyo y derrames la ultima lágrima por los dos. Porque fuiste tu quien no quiso darle un final feliz y quien abandono las ganas, fuiste quien corrió para intentar ser feliz. Corre, vuela y no dejes que te alcance; se feliz, por ti y por mi. Porque tu te llevaste todo lo que me hizo feliz. Que la distancia te lleve y el tiempo te olvide, porque yo nunca podre hacerlo. Adiós, simple y sencillo como mi amor.

martes, 8 de octubre de 2013

Hay cosas

Puede que consiga dormir, que el cansancio venza a mi alma para apaciguarla durante un instante. Puede que esta noche mis ojos se apaguen en sueños oscuros , en sueños vacíos, en sueños sin sueños, sueños carentes de ti, de la mas profunda tristeza y de la mas severa soledad. Puede que esta noche consiga dormir, pero no conseguiré olvidar.

Quizás esta noche consiga descansar, que mis manos dejen de temblar, que mi corazón deje de gritar, arañar, escupir la mas agrias verdades y que mi mente deje de pensar en ti. Quizás esta noche pueda por fin tranquilizar a la prisa de mis besos, silenciar el lamento de mis recuerdos y agotar al cuerpo mal herido de heridas invisibles. Quizás esta noche consiga descansar, pero no conseguiré olvidar.
A lo mejor esta noche las sabanas me abrigaran bajo el silencio de la oscura y solitaria noche. A lo mejor los fantasmas se esfuman y no recuerdo lo que debió hace tiempo salir. A lo mejor esta noche no vienes a buscarme para atormentarme y decides quedarte en tu lugar. A lo mejor esta noche no pasare frío, pero no conseguiré olvidar.
No conseguiré olvidar jamas, porque nunca olvidare tu mirada al despertar, tu mirada limpia y profunda, no conseguiré olvidar tus suaves besos posados en mis labios, tus manos jugando con mi piel, las mías enredadas en tu pelo, mi boca llenándose de la tuya, nunca olvidare tu voz, tu risa, nunca olvidare las palabras dichas y las no dichas, los sueños, las verdades, las mentiras a medias. Nunca olvidare porque mi corazón escribió tu nombre en el destino. Hay cosas que nunca han de olvidarse porque algún día la vida puede traerte de nuevo.

domingo, 6 de octubre de 2013

Preguntas y respuestas

Anoche me pregunte donde estarías, por donde andarías o caminarías, en que ojos te bañarías y bajo que sabanas jugarías, me pregunte que labios buscarías y a quien susurrarías. Anoche descubrí que sabia la respuesta a mis preguntas, que el tiempo perdono al dolor que me hacia estremecer. Y si las respuestas fueran mías y yo tuviera poder, cambiaría cada una de ellas. Anoche pregunte para ser respondido una y otra vez
Pregunte al tiempo que fue de ti y me contesto que el olvido te llevo. Pregunte a mis recuerdos donde te perdiste y me respondieron que en mas profundo de la memoria. Pregunte a mis ojos porque te veían y me dijeron que no fueron capaces de olvidar. Mi cabeza pregunto que porque preguntaba y mi corazón respondió que simplemente te amaba. Y si mis preguntas siguen buscando sus respuestas es porque ellas no son las adecuadas.
Respondí una y otra vez a mis manos con el vació, a mis labios con sonrisas de tristeza, a mis abrazos con la soledad de la sabana fría, a mis ojos con las mentiras de las ilusiones y a los sueños con el devenir de la esperanza. Respondí a las preguntas porque las respuestas se buscaban entre todo lo que se olvida, amamos o deseamos.
Anoche y no solo anoche, una vez mas; como cada recuerdo, como cada lágrima, como cada suspiro, que buscan una respuesta entre miles de ellas. Preguntas que evitan el sueño, que desean el desvelo, preguntas que abandonan el descanso y que no conocen de horas. Respuestas que corretean en el destino del tiempo que abandono. Preguntas para respuestas, respuestas para preguntas y todo al revés. Conozco mis preguntas, conozco mis respuestas pero me siguen faltando las tuyas.

domingo, 29 de septiembre de 2013

He de perdonar

He de perdonar a mis sueños, que te traen todas las noches para dormir junto a mi. He de perdonarlos porque solo intentan hacerme comprender que siempre estarás a mi lado en la fría noche la cama solitaria. He de perdonar a mis sueños porque son los que te añoran una y otra vez.
He de perdonar a mis manos que te buscan una y otra vez, que te dibujan en la soledad; bajo las sabanas, que te acarician en la oscuridad entreteniéndose en el calor de tu piel, en el sudor del amor, en la tormenta de la pasión. He de perdonarlas porque solo desean lo que tanto les gusto.

He de perdonar a mis labios que ansían la humedad de los tuyos, que quieren recorrer los laberintos de tu cuerpo y perderse entre tu olor. He de perdonarlos por pegarse a tu boca, por beber de tu alma y saborear el verdadero néctar del amor. He de perdonarlos porque solo quieren beber de tu corazón.
He de perdonar a mi corazón que te espera, que te añora, que se entretiene una y otra vez latiendo por ti, sin saber que quizás tu ya estés lejos. He de perdonarlo por querer unirse una vez mas a ti, no lo culpo, pues fuiste tu quien lo alimento y le dio de beber, quien lo cuido y protegió hasta que tuviste que partir en busca de tu camino, sabiendo que algún día se volverán a cruzar los hilos del destino.
He de perdonar a mis recuerdos por insistir en ti, por traerme a cada instante un poco de ti, una imagen nueva de un momento ya olvidado, un recuerdo roto que se vuelve a componer y se disfraza de una sonrisa. He de perdonarlos por recordarte a cada instante sin yo poder hacer nada, para que cada sustancia de la vida sea un sendero que despierta mi memoria. He de perdonarlos porque solo recuerdan los instantes de felicidad.
He de perdonar, para caminar. He de perdonarme para que la puerta pueda ser abierta de nuevo por ti. He de perdonar, al destino por alejarnos, al tiempo por olvidarnos He de perdonarlos porque ellos son los que retomaran la historia que jamas debimos olvidar. He de perdonarte que marcharas, porque volverás. He de perdonar al amor para así volver a amar.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Temía



Antes temía dormir, por si en sueños aparecías, por si me hacías revivir todo lo que se perdió. Temía cerrar los ojos porque siempre veía acercarse tu boca buscando entre mis labios el último suspiro de mi amor, temía cerrarlos porque en la oscuridad de mi pensamiento tu mirada alumbraba y daba calor. Temía cerrarlos porque el despertar se hacía difícil.
Antes temía recordar, porque deseaba todo aquello, porque en cada recuerdo estabas tú, porque el miedo a perderte me pudo, hay quien quiso que así fuera, pero yo nunca quise que dejaras de besarme, sonreírme, abrazarme o besarme. Temía tus recuerdos porque seguían hiriendo, penetrando lentamente en la coraza de dura piedra de mi corazón. Me obstine en no recordarte por evitar hacerme daño.
Antes temía amar, porque tú te llevaste todo. Te di sin esperar, espere sin querer y quise lo que nunca espere. Camine por tu destino y golpee en la puerta de tu alma, solo tu sabes si sentiste mi llamada, porque el final llego aunque luche contra él. Me regocije en la soledad porque a ti era lo único que necesitaba.
Antes temía, porque estaba perdido. Tras el camino, ya no tengo temor, pues vuelvo a ser el del principio. Duermo y sueño, siempre junto a ti pues los sueños siempre se cumplen. Te recuerdo sin tristeza, solo pintando sonrisas en mi cara y dibujando brillo en mi mirada. Amo mis sueños y recuerdos porque es lo que soy, fui y seré por ti.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Un corazón que desea



Mi corazón me habla cada noche entre sueños y desvelos, entre amaneceres y anocheceres, entre sonrisas  y lágrimas. Me habla, me canta, me susurra,  me recita, me grita tu nombre, me cuenta como seria todo junto a ti y yo simplemente callo, porque el  silencio y la soledad se hicieron mis amigos. Mi corazón  te llama pero tú no has venido todavía en su busca y el anhela entre sus latidos el calor de tu piel.
Cada noche los sueños se convierten en realidades, en profundos deseos del corazón que tanto te echa de menos. Se confunden una y otra vez para confundir al alma. ¿te marchaste? O ¿todavía sigues junto a mí?, no distingo ya lo uno de lo otro. Deseo dormir para soñar contigo, con tu mirada, con el tacto de tu piel, con la humedad de tus besos y perderme entre el calor de tus caricias. Pero al despertar el sabor amargo de la realidad provoca el doloroso recuerdo de que la cama sigue vacía y mi corazón helado.
Incapaz de sentir, incapaz de amar, incapaz de olvidar, incapaz de dejarte marchar. Porque el mismo sabe, lo que en sueños me has contado, que volverás, que vendrás y que mis ojos volverán a brillar cuando se crucen con tu mirada. Que nuestras manos se unirán sintiendo la suavidad de tu piel, que nuestros besos jugaran al escondite entre las sabanas y que volveré a escucharte en la oscuridad de la noche.
Un corazón de que desea es un corazón que ama. Un  corazón que te desea como el primer día y como el último adiós. Eres la prioridad en mi lista de deseos, porque en ella solo hay uno, uno que he pedido al soplar a las velas y al ver pasar las estrellas fugaces, un deseo que en silencio grito y en la soledad acompaño. Un corazón que desea para poder sentir lo que un día sintió y sabe que su deseo llegara.

domingo, 25 de agosto de 2013

Me han contado un cuento

Me han contado un cuento, mis sueños me susurraron al oído un cuento, mis sabanas me arroparon mientras el cuento me dormía junto a mi vieja almohada. Me han contado un cuento entre el abrazo de las estrellas y las caricias de la luna, mientras su luz plateada resbalaba por mi piel. Me han contado un cuento mientras la soledad me acompañaba y se quedaba adormilada junto a mi cama y mientras tu con un beso despertabas junto a mi.
Me han contado un cuento, mis sueños no olvidan y mi corazón te recuerda. Tu cuento, el mio, el nuestro. Comenzaba como acababa, con nuestro beso, en la oscuridad. Un beso tímido, distraído, juguetón, robado, provocado. Un beso que añoran mis labios y que en el cuento era aun mas hermoso, porque ellos volvieron a beber de tu boca , la devoraron con ansias y se perdieron entre el sabor del perfume de tu cuerpo.
Mis sueños me contaron el cuento, mientras dormía solo. Lo creí de verdad y aun creo las palabras que en el me decías, “volveré”. Y ese volveré retumbo en mi alma como el eco de la lucha por olvidar, como la canción que sonó cuando te vi o cuando acaricie tu piel por primera vez. Cuando mis manos cruzaron las barreras para poder sentir el calor de lo que era amor y cuando se perdieron entre tu y yo.
Cada noche al ver las estrellas fugaces pido el mismo deseo, tu vuelta. Espero sentado verlas caer para pedir una y otra vez el mismo deseo, pues llueven estrellas fugaces para que mis deseos se cumplan, para que mis sueños se hagan realidad y sobre todo para que el cuento que me han contado deje de ser un cuento y se convierta en lo que nunca debió dejar de ser.

No hay día

No hay día en que mi corazón no piense en ti, en que mi alma anhele tu calor, en que mis ojos busquen tu mirada y en que mi sueños no te piensen. No hay día en que acuda a mi cabeza la misma pregunta una y otra vez y en que entre los olores de la calle busque tu perfume. No hay día en que no desee tenerte junto a mi.
Apenas duermo desde entonces, porque hace falta tu calor, porque tu vació se extiende mas allá de las estrellas y la luna, que cada noche me susurran al oído tu nombre. Apenas descanso porque siempre paseo junto a ti, en mis sueños, en mis ensoñaciones, en mis ilusiones o en mis pensamientos. Apenas lo hago porque siempre despierto en medio de la noche buscándote en la cama o sobresaltado con el sueño de una llamada tuya.
Todo son recuerdos, palabras silenciosas, risas moribundas y miradas tristes que te añoran. Unos ojos cansados de ver lugares en los que estuviste y ya no estas. Una sonrisa que languidece porque solo reía junto a ti y unas palabras que se disipan en el tiempo y que ya no recuerdan el sonido de tu voz.
No hay día en que no te espere y no te desee. En que no te piense y no te abrace. No hay día en que no pierda la esperanza contra el tiempo eterno, desvanecido entre los recuerdos. No hay día en que busque la manera de acercame a ti para volverte a decir que te amo.

domingo, 21 de julio de 2013

Si pudiera pedir un deseo

Si pudiera pedir un deseo...
Si pudiera pedir un deseo, pediría que tu corazón y el mio bailaran cada noche, que tus caricias borraran las huellas de la soledad y que tus sonrisas iluminaran mis mañanas. Si pudiera pedir un deseo pediría que se me borrase tu perdida encontrándome de nuevo contigo en aquel rincón que era tanto tuyo como mio.
Si pudiera pedir un deseo, pediría que tus besos se acercaran de noche y saciaran mi hambre. Pediría que borrara el miedo a perderte porque hubieras vuelto. Pediría encontrarte cada ve que sueño, cada vez que pienso y a cada vez que lloro en tu hueco de la cama. Pediría que tus ojos me contaran un cuento que nunca acabase.
Si pudiera pedir un deseo, pediría que tus abrazos me abrigaran y que borrasen tu ausencia. Pediría que borrara el tiempo sin ti, que corriese en tu busca para traerte aquí. Pediría que una y otra vez jugáramos al escondite bajo las sabanas y que tus suspiros te delataran. Pediría que tu perfume no fuera mas que un recuerdo.
Si pudiera pedir esta noche un deseo pediría que mientras mis lágrimas caen, mientras mis pensamientos se confunden y mi sueños no llegan; me hicieras compañía. Si pudiera pedir te pediría una y otra vez tu corazón, tu verdad, tu alma.
Si pudiera pedir un deseo, sin dudar sabría que pedir. Pues desde hace tiempo se que fuiste lo mejor, que aunque el odio te convirtiera en algo pasajero y algo menos que un recuerdo, fuiste quien me amo cuando mas lo necesite.
Si pudiera pedir un deseo... te pediría a ti.

sábado, 20 de julio de 2013

Corazón o cabeza

Aveces contemplo pasar las horas con el vacío de tu ausencia. Aveces miro la soledad acercarse para acompañarme una noche mas y acariciar el frío de la añoranza con las yemas de los dedos. Aveces paso la noche en vela recordando cada uno de tus silencios vestidos con la seda de tus labios. Aveces ocupo tu lugar con sueños que se marchan.
Mientras mi corazón te acerca, mi cabeza te aleja. Mientras mi corazón te llora mi cabeza se distrae con mil miedos a no encontrar el camino. Mientras yo esperaba en la senda del destino, tu volaste sobre los fantasía del futuro para convertir tu realidad en algo que ya no era mio. Si mi alma me susurra de vez en cuando tu nombre, la tristeza solo alcanza a convertirse en una verdad.
Si la verdad fue que no había verdad, mi corazón descubrirá que bebe de mis anhelos por encontrar la ilusión de enfrentarse a ella. Si la verdad se evaporo como la bruma de una soledad constante, mi corazón rememorara todas las mentiras que una y otra vez le engañaron.
Mi corazón se aferra a todo aquello que fue contigo, pero mi cabeza le recuerda que ahora esta solo. Si mi corazón se marchita sin cada una de tus caricias, mi cabeza le recuerda que el consuelo lo encuentra en el llanto. Si mi corazón te piensa aveces mi cabeza te echa de menos.

lunes, 15 de julio de 2013

Renuncio

Renuncio a la esclavitud de tu corazón, a que el mio se ate al tuyo día y noche. Renuncio porque no quiero un amor con barrotes, ni la luz de una celda en la oscuridad de la soledad, no quiero que las lágrimas recorran a cada instante los surcos que el tiempo deja en mi piel y que su sal escueza en cada una de las heridas que dejaste.
Renuncio a los sueños, a los sueños incumplidos, a los sueños junto a ti. Renuncio porque no fueron una realidad, pues las horas marcaron su caducidad. Renuncio a ellos pues no fueron nada mas que mentiras que tu lengua silabeo a mi oído en aquellas noches en las que junto a ti me recostaba. Sueños que se marchan con el adiós de tus besos emponzoñados, que quizás nunca fueron sinceros.
Renuncio a las ilusiones que me propusiste, esas que llenaban de sonrisas los vacíos. Las que estremecían mi cuerpo en pequeños suspiros. Renuncio a las ilusiones que tu cuerpo me daba, que tus abrazos me mostraban y que tu piel me dibujaba. Todo se esfumo como el humo de las hoguera que consumió mi alma en aquello que podríamos llamar pasión.
Renuncio a todo contigo, porque tu renunciaste antes. Renuncio al amargor de tu recuerdo y a las pesadillas contigo. Renuncio a que toda una noche en vela mi pensamiento sea para ti y a que al cerrar los ojos tu imagen se acerque para hacerme sufrir. Renuncio porque tu no me buscaste, porque la lucha se acabo en el tiempo que se perdió y tu no hiciste nada para recuperarlo. Renuncio a ti porque contigo se marcho todo.