miércoles, 26 de septiembre de 2012

Instantes

Instantes que rozan el alma con la yema de sus dedos, que detienen el mundo y lo paralizan por segundo, minutos u horas. Instantes que te sonríen como parte del destino, que te destrozan como juego de la vida, instantes que te llenan o vacían, que se enraízan en lo profundo del corazón . Instantes que solo están al alcanza de los sueños, de ti.
Instantes, como el primer beso, que te hace perder la respiración, que te hace enloquecer. Instantes como las miradas que se cruzan y dicen mas de lo que queremos, miradas que se encuentran y se evaporan al instante. Un suspiro en un instante,que se escapa por quien amas, un suspiro que se aleja para recordar lo mucho que la amas. Una lágrima que gotea y aleja los instantes del recuerdo.
Un instante eso que me regalaste en tu vida, para estar junto a ti. Un suspiro de tiempo que me acompaña eternamente. Un instante que aun recuerdo, pues cada recuerdo esta tejido con instantes que te pertenecen. Pequeños momentos que hacen que mi instante quiera ser el último en tu vida.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Sigo esperando

En la melancolía de la oscura noche del otoño, del silencio del viento que golpea las hojas marchitas y que arañan las ventanas llamando para jugar con ellas. Del gélido abrazo de las sabanas, frías sin tu calor, nacen lágrimas que chocan con el vacío de tu cuerpo en la cama.
Sigo esperando que todo acabe, que todo vuelva a ser como antes a pesar de que nada lo es. Sigo creyendo en mis sueños construidos contigo en la verdad que se quedo a medias porque el tiempo se interpuso en ella. Sigo esperando que vengas y me secuestres entre tus abrazos, entre tus gestos locos que me divertía, entre tu risa divertida que me llenaba de música. Sigo esperando que llegues, porque se que llegara, que nuestros trenes volverán a chocas en una explosión de pasión. Que nuestra parada se encuentre con el destino y decidamos nunca bajarnos. Sigo esperando que tus estrellas se encuentran con mis nubes y se fundan para llenar de luz la soledad y la oscuridad de la melancolía de las noches de otoño.
Sigo esperando, sentado en mi parada a que pases para mirarte una vez mas, para decirte que te amo, para estrecharte en un beso y que no sea el último. Sigo esperando porque mi corazón sin ti pesa demasiado.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Añoro

Añoro, tu mirada al despertar
simple e ingenua
y tan azul como el agua
de todo el inmenso mar.

Añoro, tus labios al besar
donde ganaba la pasión
y perdía la razón,
esos que hacían soñar.

Añoro, una música especial
la del latir de tu corazón,
lleno de emoción
pues no era casual.

Añoro, los ojos tímidos
mientras estábamos abrazado.
Las caricias descaradas
que acababan abrazadas.
Tus manos delicadas
rozando las mías.

Te añoro y no entiendo la causa
pues ya tienes tu casa.
Te añoro y me lo callo
porque ya cause mucho daño.
Te añoro tras tanto tiempo
a la espera que te traiga el viento.
Te añoro y siempre sera así.

Duermes

Quizás un sueño lleve a otro sueño, a deseos yuxtapuestos de esperanzas e ilusiones, a actos frustrados por miedos y complejos. Por razones ajenas a la incomprensión de una mente compleja y simple a la vez. Quizás mientras duermes y sueñas, todo desaparezca para que florezca la fantasía de una realidad que quisiera para mi, un sueño con el que disfruto y navego de nuevo en la melancolía.
Tu duermes entre besos y caricias, entre unas manos que fueron mías, entre sueños que nunca me pertenecieron. Entre la pasión de tus miradas, entre tu cara acurrucada en los que fueron mis brazos y en tus ojos mirándome tímidos desde abajo.
Duermes y descansas mientras tu corazón late lento, reposado, silencioso y pausado, sin querer hablar de la verdad, sin querer añadir mas al caprichoso destino. Duermes ajena a la verdad, a la mía, a la tuya, que jugo con la mentira para despedirte de mi lado. Duermes lejos, en el mundo del recuerdo, duermes allí donde nada es igual. Duermes en el calor de su cuerpo mientras mi cama te extraña cada noche mas.

martes, 11 de septiembre de 2012

Donde tu existes

Cuando el tiempo te pide tiempo. Cuando la soledad quiere quedarse sola. Cuando la tristeza sigue queriendo pertenecer a ella misma. Cuando el silencio te pide que te calles. Cuando el amanecer te abraza en busca de las canciones de cuna para hacerte dormitar, es cuando busco entre mi piel, entre los pliegues de la mortecina luz que acaricia las sabanas vacías, es allí donde busco el lugar donde habitas, el lugar perdido entre el amargor de una nueva victoria sin honor.
Un día descubrí un lugar en el que existías, en el que te encontré y te ame. Un lugar en el que tus besos eran silencio y pasión. Tu corazón música y locura. Tus caricias ternura y lentitud. Tus abrazos seguridad y calor. Y tu eras quien habitabas aquellos sueños, que llevados por el viento de las horas se desvanecieron en lugares lejanos donde solamente existes tu.
Un lugar en el que habitas, un lugar donde duermes, donde descansas, donde por fin respiras. Un lugar en el que existes y cada noche renaces; mis sueños. Un lugar donde tus latidos se confunden, donde tus besos se pierden, tus abrazos mueren; mi corazón. Allí donde tu existes, donde no tengo necesidad de tristeza ni soledad, de recuerdos o de lágrimas, allí donde yo solo deseo estar, ese lugar donde tu existes.
Donde sonrió, donde mis besos tienen dueño y el destino se une, donde la magia nace de cada uno de tus susurros y donde mis ojos te miraban una atardecer mas. Allí donde existes, es donde este mi corazón.

lunes, 10 de septiembre de 2012

El viajero

Camina lento y pesado, camina en la linea del horizonte que se difumina entre la niebla del amanecer. Camina sin rumbo, sin un lugar al que llegar, sin ningún objetivo que conseguir. Camina sin mirar a tras. Porque huye de sus miedos, de sus fantasmas de su pasado que le recorre todas las noches en los vacíos del cariño.
Ya no le duelen las ampollas, ya no hieren las piedras del camino, ya no pinchan los cardos de la senda, ya no duelen porque le duele dentro. Sufre despojado de todo lo que ama, de todo en lo que creyó y de todo lo que tuvo un día y se perdió entre carreteras enmarañadas de destinos confundidos.
Camina hacia ninguna parte en busca de lo que le pertenece. Camina raído por el tiempo, envejecido por el caos, curtido por las batallas que presencio y de las cuales fue participe, herido en una de ellas camina con la herida abierta, sin sangrar, pues esta se esconde donde las heridas no cicatrizan, allí donde las manos de su ángel alcanzan, donde se perdieron sus besos, allí donde nunca alcanzan el tiempo y el destino se detuvo en un instante. Allí donde solo existe ella.
Camina el viajero, lento y pesado. Pero decidido pues cada paso es una aventura y cada aventura es un recuerdo que olvida a otros. Porque cada recuerdo es un instante y cada instante es un momento en el que no recuerda. Camina hacia delante pues el pasado siempre queda a sus espaldas.