sábado, 22 de diciembre de 2012

Había una vez

Había una vez un corazón herido, entre reinas y princesas, entre cuentos y leyendas, entre sueños y realidades. Al que se le permitió volver a amar, al que le regalaron una nueva historia para volver a comenzar a latir. Había una vez un corazón que volvió a soñar.
Había una vez un alma engañada, entre mentiras y falsedad, entre soledad y tristeza, entre halagos ponzoñosos y verdades mentirosas. A la que se le permitió el volver a creer en aquello en lo que fracaso, a que le dieran la oportunidad de olvidar el pasado para escribir con suspiros un futuro.
Había una vez un beso perdido, entre pasión y lujuria, entre amor y desamor, entre deseo y cariño. Al que se le encontró unos labios en los que posarse, una lengua con la que entretenerse, una piel sobre la que pasear. Había una vez un beso que encontró el espejo en el que reflejarse.
Había una vez una oportunidad que se anclo, un sueño que se realizo, una esperanza que surgió, un desengaño que naufrago, una mirada que penetro y una caricia que se entretuvo. Había una vez un jirón de tiempo que se desgajo en recuerdos y se perdió en la inmensidad de la nada. Había una vez un todo para nada, porque siempre hay una vez.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Deja

Una noche mas mi aliento abandona mi cuerpo, se marcha en la oscuridad del silencio, para encontrarse con tus sueños en la franja atemporal del destino desunido. Mientras se despide te dibuja, para que pueda recordarte, mientras se aleja te colorea para que disfrute de ti, durante un instante efímero, tanto como el sabor de tus besos.
Deja que en silencio mis manos te sueñen, que mis dedos rocen de nuevo tu pelo, que tus ojos se claven en los míos y que tus labios pronuncien te quieros sinceros. Deja que la soledad nos acompañe y se funda en nuestra piel, que el tiempo se detenga en nuestras caricias y que nuestro futuro se uno. Dejame soñar, dormir, besar y amar junto a ti. Dejame y sonreire.
Quizás me equivoque, quizás peque y quizás tu seas mi perdición. Pero por ti viviría una y otra vez con mis mismos fallos para incumplir todas las leyes de nuevo. Deja que te ame y que el destino te traiga.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Podría

Podría ser un loco e ir en busca del tiempo infinito, perdido entre el mar de los minutos. Podría convencerlo para que se entretuviera entre tu cuerpo y el mio, para que se detuviera un largo instante y me regalara un momento eterno, para que lo efímero quedase grabado en lo perpetuo y a si nunca mas ansiar la inmortalidad.
Podría ser un temerario y coger las estrellas con las manos, para poder regalarte el intenso brillo de tu mirada plasmado en su destello. Podría así quemarme con su calor, como deseo que tus caricias quemen mi piel, como anhelo que la hagan arder como lo hace mi corazón cuando escucha en las oscuras noches tu susurro.
Podría ser generoso y regalarte la luna, la infinidad del cielo y la inmensidad del océano. Podría perseguir a las nubes para obligarlas a que te abrazasen y que tus brazos recordasen a los míos, podría atrapar al esquivo viento para guardarlo entre tus dedos y que juguetease entre tu pelo.
Podría cometer mil errores, vivir mil aventuras y contar cientos de cuentos, pero no serian nada si tu no formases partes de ellos. Podría ser alguien en tu vida o un mero fantasma de un recuerdo. Podría ser tantas cosas que nunca llegaría a serlas, por eso elijo ser simplemente yo, alguien que te ama.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Llevo días recordándote

Llevo días distraído en tu memoria, ajeno a mi voluntad pensando en ti. Llevo días vagando en solitario por mi conciencia rebuscando entre el fuego de mis emociones. Llevo días descuidado en mis palabras que te mencionan en cada frase, llevo días abstraído en tu recuerdo que golpea en los sueños que ya debieron olvidarte. Llevo días recordándote.
Un simple gesto y vienes a mi como las olas golpeando con espuma los pétreos acantilados, bramando como el rugido de mi corazón cuando latía por ti. Una simple mención y mi mente se desboca como un caballo salvaje que galopa hacia al horizonte en tu busca, libre como era mi alma cuando tus manos la acariciaban. Una simple casualidad y el destino nos unió, una pequeña eventualidad y el tiempo nos separo. Quizás un nuevo imprevisto nos cruce en el camino que debimos seguir.
Porque llevo días evocando tus besos sin tener una explicación, porque llevo días acordándome de tus caricias si motivo aparente. Porque llevo días llevándote donde todavía pesas. Porque mis sentimientos siguen llenando espacios en blanco, rememorando tus labios, tus ojos, tus manos o tu piel. Porque los días no acaban si en uno de ellos no te recuerdo.