domingo, 25 de agosto de 2013

Me han contado un cuento

Me han contado un cuento, mis sueños me susurraron al oído un cuento, mis sabanas me arroparon mientras el cuento me dormía junto a mi vieja almohada. Me han contado un cuento entre el abrazo de las estrellas y las caricias de la luna, mientras su luz plateada resbalaba por mi piel. Me han contado un cuento mientras la soledad me acompañaba y se quedaba adormilada junto a mi cama y mientras tu con un beso despertabas junto a mi.
Me han contado un cuento, mis sueños no olvidan y mi corazón te recuerda. Tu cuento, el mio, el nuestro. Comenzaba como acababa, con nuestro beso, en la oscuridad. Un beso tímido, distraído, juguetón, robado, provocado. Un beso que añoran mis labios y que en el cuento era aun mas hermoso, porque ellos volvieron a beber de tu boca , la devoraron con ansias y se perdieron entre el sabor del perfume de tu cuerpo.
Mis sueños me contaron el cuento, mientras dormía solo. Lo creí de verdad y aun creo las palabras que en el me decías, “volveré”. Y ese volveré retumbo en mi alma como el eco de la lucha por olvidar, como la canción que sonó cuando te vi o cuando acaricie tu piel por primera vez. Cuando mis manos cruzaron las barreras para poder sentir el calor de lo que era amor y cuando se perdieron entre tu y yo.
Cada noche al ver las estrellas fugaces pido el mismo deseo, tu vuelta. Espero sentado verlas caer para pedir una y otra vez el mismo deseo, pues llueven estrellas fugaces para que mis deseos se cumplan, para que mis sueños se hagan realidad y sobre todo para que el cuento que me han contado deje de ser un cuento y se convierta en lo que nunca debió dejar de ser.

No hay día

No hay día en que mi corazón no piense en ti, en que mi alma anhele tu calor, en que mis ojos busquen tu mirada y en que mi sueños no te piensen. No hay día en que acuda a mi cabeza la misma pregunta una y otra vez y en que entre los olores de la calle busque tu perfume. No hay día en que no desee tenerte junto a mi.
Apenas duermo desde entonces, porque hace falta tu calor, porque tu vació se extiende mas allá de las estrellas y la luna, que cada noche me susurran al oído tu nombre. Apenas descanso porque siempre paseo junto a ti, en mis sueños, en mis ensoñaciones, en mis ilusiones o en mis pensamientos. Apenas lo hago porque siempre despierto en medio de la noche buscándote en la cama o sobresaltado con el sueño de una llamada tuya.
Todo son recuerdos, palabras silenciosas, risas moribundas y miradas tristes que te añoran. Unos ojos cansados de ver lugares en los que estuviste y ya no estas. Una sonrisa que languidece porque solo reía junto a ti y unas palabras que se disipan en el tiempo y que ya no recuerdan el sonido de tu voz.
No hay día en que no te espere y no te desee. En que no te piense y no te abrace. No hay día en que no pierda la esperanza contra el tiempo eterno, desvanecido entre los recuerdos. No hay día en que busque la manera de acercame a ti para volverte a decir que te amo.