viernes, 6 de enero de 2012

Pedacitos


Polvo del camino pegado a la ropa, como lo sentimientos al corazón. Suelas desgastadas, como los te quiero sin sentimiento. Sufrimiento de algo que quizás solo existió en mi. En algo que puede haber soñado, o lo mismo solo era el recuerdo de un algo ya pasado.
Soñé y volé, disfrute y ame, di y recibí. Pero también me estrelle como las estrellas fugaces al iluminar tu cielo, yo no fui una gran estrella ni tampoco una gran luna, intente darte calor, iluminar tu soledad, acompañar tus sentimientos y velar tus sueños. Pero no fue suficiente.
Aprendí a amar, aprendí a darlo todo sin mirar, quise ser tu príncipe pero me quede en una simple rana. Supe por fin la verdad del amor. Y es que realmente existe, pero siempre hay que ser valiente para aceptarlo.
Sigo enamorado de esa princesa, sigo queriendo ese sueño que viví, sigo pensando que quizás te hice algo para que seas así conmigo, porque se toda la verdad. Puede que pensaras que olvide pronto pero mi corazón nunca olvidara lo que viví. Encontraras a alguien, volverás a querer y amar a ilusionarte y a vivir. Y yo desde lo alto del cielo acompañado por estrellas y luna, sonreiré y diré “se feliz, te lo mereces. Siempre lo quise fuera conmigo o sin mi. Vive tu cuento”. A día de hoy solo puedo ofrecerte una bolsa con pedacitos de mi corazón que tintinea al ritmo de los pasos que me llevan a los caminos del destino

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