viernes, 13 de enero de 2012

Gris


Hoy, amaneció triste. Triste estaba mi corazón y mi alma. El cielo no acompaño pues arrojaba sus lagrimas sobre mi. Pare y pensé en ti, pero te aparte de mi mente, la lluvia me mojaba y me sentía gris, el gris de la tristeza, el gris de la soledad, el gris de tu mirada al despertar. Si, volví a pensar en ti. Grite y no me escuche, mire y no me vi, no era nada mas que un espectro en el mundo de tus sueños.
Quise correr, huir de ese sueño, pero no pude. Te vi, parada, saboreando la lluvia, entregándote a ella, cada gota recorría tu piel y entonces quise ser lluvia. Para tocar tu pelo, acariciar tus mejillas y besar tus pestañas. Quise ser una gran tormenta para ti, pero solo soy una pequeña nube que surcaba el cielo y quede atrapado por tus besos.
Volé hasta el mar y en la inmensidad de él te volví a encontrar, navegando en un pequeño barco, buscando un sitio en el que quedarte, quise darte viento pero no pude, quise ayudarte pero la marea te alejo y entonces comprendí que te alejabas para siempre de mi.

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