viernes, 2 de noviembre de 2012

Me consume

Me consumen los recuerdos, hilados en el tiempo con las pequeñas puntadas de la aguja del destino, mientras descanso bajo el abrazo del frío de la cama vacía. Me consumen las horas que se agotan; infinitas, eternas y silenciosas; entre las yemas de mis dedos. Me consumen las llamas que lamen y abrasan las heridas de mi corazón. Me consumo en mis pensamientos, dispersos, difusos, oscuros y que acaban en ti.
Me consumen los sueños que me persiguen en las noches sin estrellas, en las que la luz de ellas se torna un faro del camino. Me consume el silencio de tu alma, que ni siquiera solloza por una de mis caricias, por uno de mis besos, por uno de mis abrazos. Me consume mis lagrimas que con cada una de ella se llevan un trozo de mi, despedazando por dentro todo lo que ame. Me consumen las mentiras que llegue a creer y las verdades que desperdicie, lo que mis ojos no quisieron ver y lo que mi cabeza llego a negar.
Me condeno a consumirme, a desaparecer y a perderme entre la hoguera que se eleva dentro de mi. Que consume cada uno de mis sentimientos y los reduce a cenizas, que destruye y solo infunde miedo en toda esperanza que nace. Me consumo tras cada amanecer, para dejar al anochecer la piel que un día te pertenecio.

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