Cuando finjo una sonrisa,
cuando finjo la alegría, cuando finjo ser feliz, es porque bajo tu
recuerdo crece el escudo de la indiferencia. Escudo que no impide que
hieras y rompas , que esas heridas se abran y sangre. Porque bajo tus
recuerdos duele la ausencia de tus mirada, de tus caricias y de tus
besos.
Son los recuerdos junto a
ti, de aquellos momentos, los que atormentan mi descanso, los que
martillean mi corazón. Son recuerdos que se transforman en sueños
que te dibujan, que te sienten y se transforman en suspiros
desesperados que arrancan poco a poco los recuerdos del alma.
Creo recordar que era
amar. Creo recordar lo que eras para mi. Creo recordar lo que
significaba besarte. Creo recordar lo que era abrazar el calor de tu
cuerpo en las noches. Creo recordar lo que era temblar cuando me
decías te quiero. Creo recordar tus sonrisas al despertar. Creo
recordar como en las noches desesperadas intentabas buscar que te
calmara. Creo recordar tus lagrimas por alguien a quien abandonaste.
Recuerdo. Pues no eres nada mas que eso. Un recuerdo
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