Mientras el sol rompe la oscuridad de
la noche y sus rayos se entretienen en despertar a mis sabanas,
mientas inunda tenuemente el silencio de la razón para alejar las
pesadillas de los sueños que acechan en cada uno de los rincones del
recuerdo. Pienso en ti, en como serie el amanecer a tu lado, en
quietud, tu mirando al frente y yo de soslayo observandote por ultima
vez. Pienso en los caminos recorridos y en las pruebas superadas, En
las canciones inacabadas y en los cuentos esfumados. En los besos
diluidos bajo el roce de tus labios. En las decepciones, que forjaron
el alma contra contra alegría e ilusiones, esperanzas y felicidad.
Decepciones que tu acompañaste con palabras carentes, ahora de
significado., con falsas promesas que nunca arriesgaste a cumplir,
con gestos vacíos de lo que anhelaba, con mentiras que yo creía.
Creí tantas cosas...
Creí en el brillo de tu mirada, en tus
sonrisas dibujadas, en los te quiero dicho entre susurros mientras
mis brazos te rodeaban, en el dolor de las despedidas y en las
alegrías a las vueltas. Creí las falacias de tu boca, que
envenenaron mis oídos y emponzoñaron a mi corazón. Creí, que de
verdad dos corazones podían hablar sin hacerse daño e incluso
cantar en veladas a la luz de la luna.
Creí tantas mentiras que ni yo mismo las vi
llegar, creía que eran verdades puras y duras. Tantas mentiras que
el tiempo desveló, mentiras que hieren, pues quizás para ti todo
fue una mentira, un pasatiempo con el que matar otros recuerdos, otra
historia. Creí tantas mentiras que hasta yo mismo me convertí en
una.
No hay comentarios:
Publicar un comentario