Necesite mas del mil lunas para
comprender que no estabas en ella. Necesite perder la cuenta de las
estrellas fugaces a las que desee encontrarte para entender que nunca
te desearía como la primera vez. Necesite dejar pasar las noches
oscuras para averiguar que me iluminarias en los días. Necesite
dejar correr el tiempo para que este me alcanzara al final del
camino, exhausto. Quise anticiparme, adelantarme pero siempre fue el
quien jugo conmigo, quien provoco que jugara a su juego hasta llegar
al punto en el que me quería encontrar.
Necesite dejar de creer para volver ha
hacerlo. Para renacer de entre los rescoldos de la hoguera que me
consumió; nuevo, con un corazón remplazando al anterior ,
inmaculado sin los pecados en los que ya caí y fui mi propia
víctima, sin heridas ni cicatrices en los más profundo . Dispuesto a
soñar y que me hagas soñar, a volar para que me cojas la mano y
acompañarte allí donde me lleves. A pasear junto a ti mientras las
horas discurran como si fueran segundos, a que el día se agote y la
noche nos salude con su primer lucero en el horizonte, ese al que
miras y sonríes iluminando a si la oscura noche.
Necesite darme cuenta de la verdad y
comprender las mentiras, darme cuenta de que los cuentos de príncipes
y princesas no existen, pero que las historias mas bonitas son las
que nosotros mismos escribimos. Necesite verte de nuevo para comenzar
a olvidar, necesite que tus manos me aliviaran las heridas, que tus
miradas desvanecieran mi soledad, que tus sonrisas calmaran mi dolor.
Necesite de ti para salir de los muros a los que yo
decidí huir.
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