Amanece y mi compañía
hace horas que se esfumo. Amanece y la luz de nuevo me marca mi
soledad, tu hueco vacío en la cama, tu taza de café reposando
inerte en su lugar. Amanece y el sol me recuerda el calor de tu
cuerpo durante las eternas noches en el que nuestra piel era lo único
que separa la locura de nuestras almas. Amanece y el día me pilla
olvidándome de ti.
Olvidándome de ti es lo
único que hago desde que partiste, desde que decidiste buscar tu
tiempo para que yo recobrara el mio, desde que tu salida inesperada
dejo hueco al corazón que tu ocupabas. Respiraba por ti, vivía para
ti, moría por vos y tu sin conciencia de ello te alejaste por aquel
camino sin vuelta, sin marcha atrás y sin solución pendiente.
Desaparecí para comprender, para entender y aun a si tu recuerdo me
sobrevolaba una y otra vez en busca de una respuesta, creo que el que
yo desapareciese te ayudo a olvidarme y a evitar echarme de menos,
nunca afrontaste tus dudas o tus miedos siempre te convenciste de que
tu camino era el mejor y al final nos perdimos el uno al otro
Olvidándome de ti,
recordándote en cada rincón, pensando en ti sin cansancio alguno y
aun así intento olvidarte, intento emprender mi camino, pero en cada
paso estas presente tu. Olvidarme de ti es lo único que yo puedo
hacer, pues de hace días tu corazón ya no era mio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario