Quizás un sueño lleve a
otro sueño, a deseos yuxtapuestos de esperanzas e ilusiones, a actos
frustrados por miedos y complejos. Por razones ajenas a la
incomprensión de una mente compleja y simple a la vez. Quizás
mientras duermes y sueñas, todo desaparezca para que florezca la
fantasía de una realidad que quisiera para mi, un sueño con el que
disfruto y navego de nuevo en la melancolía.
Tu duermes entre besos y
caricias, entre unas manos que fueron mías, entre sueños que nunca
me pertenecieron. Entre la pasión de tus miradas, entre tu cara
acurrucada en los que fueron mis brazos y en tus ojos mirándome
tímidos desde abajo.
Duermes y descansas
mientras tu corazón late lento, reposado, silencioso y pausado, sin
querer hablar de la verdad, sin querer añadir mas al caprichoso
destino. Duermes ajena a la verdad, a la mía, a la tuya, que jugo
con la mentira para despedirte de mi lado. Duermes lejos, en el mundo
del recuerdo, duermes allí donde nada es igual. Duermes en el calor
de su cuerpo mientras mi cama te extraña cada noche mas.
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