martes, 13 de marzo de 2012

Mis sueños tienen tu nombre

Lenta, dolorosa surca tu cara la lágrima de diamante que nunca quise ver, arrastras con ella sueños, esperanzas, alegrías e ilusiones que como el calor de la primavera se marcharon. Impotente viste como tu vida se marcho, como se quedo un vació triste, un vació amargo. Lloras cada noche bajo estrellas, las miras para contar los sueños que se marcharon, observas la luna para narrar cuentos que no existieron, pides a estrellas fugaces deseos que nunca llegaran.
Me regalaste un día y te di un cielo lleno de estrellas de amor, un destello de luna que ilumino tus cuentos, una estrella fugaz con la que comenzó tu película de amor. Dame un beso y me acostare a tu lado, acurrucado entre tu pelo. Dame una caricia y te devolveré un abrazo apasionado. Sonrieme, sobre todo sonrieme y mi corazón te pertenecerá,
Dulce, silenciosa, me diste todo lo que te pedí. Tu calor encendió un viejo corazón olvidado, tus abrazos movieron un cuerpo herido por el destino, tus labios recordaron a otros labios como se debía amar y tu voz hizo dormir a un alma que no descansaba.
Mis sueños tienen tu nombre, porque al dormir sueño contigo y al despertar sigo soñando.

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