Decidí,
que el camino eras tu, que el miedo y la paranoia debía quedar a
tras. Decidí una noche tras pensar en ti, que tus besos debían ser
míos, que tus caricias debían perder en mi piel y que quería
amanecer besando tu espalda. Decidí tras esa noche no ser un pequeño
cobarde y ser un gran valiente, pero el camino hoy es difícil, muy
difícil, pero eso nunca me detuvo. Aquella noche me dormí pensando
en ti, para soñar contigo.
No
hay día que no desee encontrarme contigo en la calle, para cruzar
las miradas. Que no quiera llamarte para que tu voz me cante. No hay
día que no quiera verte y me frene. No hay da que busque entre mis
fotos las tuyas, en las que compartimos algo mas que que una imagen.
Si, es cierto, quizás te eche de menos o seas una obsesión
imaginativa de un estado de carencia. Quizás sea eso, los locos lo
suelen llamar amor.
Podría
pasar el tiempo y las heridas por tu vida, podrían romperte el
corazón y cosertelo una vez mas, pero se que yo siempre estaré
esperando que te des cuenta que nunca te abandone. Esperando que en
un suspiro entiendas que lo hice por ti.
En
un suspiro detengo yo el tiempo cuando te pienso. En un suspiro te
digo todo lo que me gustaría decirte, en el hago todo lo que me
gustaría hacerte. Me encantan tus labios, tus ojos, me encanta la
forma de tu sonrisa, me encantan tus abrazos y tus besos. Me encantas
tus caricias. Me muero por otro amanecer contigo y una noche sin
final. Me muro por conocer tu sabor.
Un
suspiro, de mi boca, otro de mi corazón. Uno del recuerdo y otro del
presente, del futuro, de la vida. Si algún día te fijas, me
encontraras suspirando, entre las estrellas, por ti.