viernes, 13 de febrero de 2015

Quiero un poco


¿Sabes? Yo también lo quiero. Quiero eso que sentís, el calor en el pecho, el latido incontrolado, la falta de aire por su roce, la minúscula sensación de sentirte inmenso. Lo quiero para mi, para guardarlo, para ser egoísta con ello, para nunca enseñarlo; lo quiero porque creo que me hace falta, que su ausencia se hace eterna. Quiero sin remedio, sin vendas, sin teatro.

Yo también quiero que con la yema de los dedos dibujen estrellas en el cielo mas oscuro, que sus manos recorran cada uno de los surcos de la vida que señalan mi piel, que me ericen el pelo con la suavidad de su piel, que me dibujen nubes por el placer de imaginarme junto a ti, que las caricias se pierdan, que el tiempo no exista, quiero descubrirme mirando cada mañana un amanecer.

También quiero esos ojos entretenidos en tus labios, en tu sonrisa, en el terciopelo de tus pestañas, en imaginar que cada gesto es por mi, que cada risa tímida se pierde en mi corazón, que cada mirada curiosa se imagina el amor de piel con piel, que cada leve movimiento es por llamar mi atención, quiero encontrarme en una primavera continua.

Yo también quiero esos besos suaves, maduros, tiernos, besos que recorran el cuerpo, que jueguen con los secretos, besos que despierten en las pesadillas y en los sueños besos de amanecer, besos de desayuno, quiero besos con pasión, con amor. Quiero besos que se sientan y recuerden. Quiero a un ángel que cuide mis labios pero que los muerda en las batallas perdidas. Quiero el leve silbido de un beso que termina cansado. Quiero una lágrima conteniendo la felicidad.

Quiero que acabes enredada entre las sabanas, entre mis brazos, quiero que en la noche tus besos en la espalda me despierten, que tus abrazos busquen mi calor. Quiero sorpresas, quiero emociones, quiero un poco de juego. Quiero un poco de ti, quiero un poco de amor.

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