miércoles, 11 de marzo de 2015

No podía dormir


No podía dormir y te pensé. No podía estar solo y te imagine, a mi lado perdida entre las sabanas, acariciando el sueño. Aveces me da por recordarte, jugar a tirar los dados, jugar a la ruleta rusa o apostar todo a la nada. Me da por pensar infimamente en ti y solo en ti, por soñar futuros inciertos, perdones temerosos, por pintar destinos imaginarios o contar algún cuento que otro. Pero anoche me equivoque por pensar en ti.

Imagine tu piel, como un lienzo vacío, como una hoja en blanco, imagine mis dedos sintiendo su calor, dibujando como pinceles, buscando la figura perfecta, la linea mas corta a tu corazón, pintando escalofríos, esbozando sonrisas. Mis dedos perdidos, erizando tu piel y mi corazón enredado en el contacto de tu piel. No podía soñar y me dio por imaginar.

Desperté con el ansia de tus besos, con la humedad de tu pasión, con las caricias de tu pelo en mi pecho. Desperté con el ritmo agitado y desbocado de tu corazón, bajo un abrazo de calor, bajo un laberinto de manos, caricias y roces. Desperté para recordar y en cada recuerdo un olvido para enterrar, para empezar.

Deje pasar el tiempo, olvide querer y amar, me olvide mas de mi que de ti. ¿seria mejor todo contigo? Prefiero imaginar que arriesgar o soñar antes que perder. No, tu allí y yo aquí y la distancia separando. Aun así sigo sintiéndote, soñándote, deseándote, amándote. Sigo pensando que tu me hiciste mejor.

No podía dormir y me dio por escribir, por sentir algo unos minutos. Me dio por sonreír en cada uno de mis momentos, me dio por perderme otra vez en algún sueño y como cada noche un te quiero lanzado al aire esperando que algún día llegue a su destino.

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