domingo, 25 de agosto de 2013

No hay día

No hay día en que mi corazón no piense en ti, en que mi alma anhele tu calor, en que mis ojos busquen tu mirada y en que mi sueños no te piensen. No hay día en que acuda a mi cabeza la misma pregunta una y otra vez y en que entre los olores de la calle busque tu perfume. No hay día en que no desee tenerte junto a mi.
Apenas duermo desde entonces, porque hace falta tu calor, porque tu vació se extiende mas allá de las estrellas y la luna, que cada noche me susurran al oído tu nombre. Apenas descanso porque siempre paseo junto a ti, en mis sueños, en mis ensoñaciones, en mis ilusiones o en mis pensamientos. Apenas lo hago porque siempre despierto en medio de la noche buscándote en la cama o sobresaltado con el sueño de una llamada tuya.
Todo son recuerdos, palabras silenciosas, risas moribundas y miradas tristes que te añoran. Unos ojos cansados de ver lugares en los que estuviste y ya no estas. Una sonrisa que languidece porque solo reía junto a ti y unas palabras que se disipan en el tiempo y que ya no recuerdan el sonido de tu voz.
No hay día en que no te espere y no te desee. En que no te piense y no te abrace. No hay día en que no pierda la esperanza contra el tiempo eterno, desvanecido entre los recuerdos. No hay día en que busque la manera de acercame a ti para volverte a decir que te amo.

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