Llevo días distraído en
tu memoria, ajeno a mi voluntad pensando en ti. Llevo días vagando
en solitario por mi conciencia rebuscando entre el fuego de mis
emociones. Llevo días descuidado en mis palabras que te mencionan en
cada frase, llevo días abstraído en tu recuerdo que golpea en los
sueños que ya debieron olvidarte. Llevo días recordándote.
Un simple gesto y vienes
a mi como las olas golpeando con espuma los pétreos acantilados,
bramando como el rugido de mi corazón cuando latía por ti. Una
simple mención y mi mente se desboca como un caballo salvaje que
galopa hacia al horizonte en tu busca, libre como era mi alma cuando
tus manos la acariciaban. Una simple casualidad y el destino nos
unió, una pequeña eventualidad y el tiempo nos separo. Quizás un
nuevo imprevisto nos cruce en el camino que debimos seguir.
Porque llevo días
evocando tus besos sin tener una explicación, porque llevo días
acordándome de tus caricias si motivo aparente. Porque llevo días
llevándote donde todavía pesas. Porque mis sentimientos siguen
llenando espacios en blanco, rememorando tus labios, tus ojos, tus
manos o tu piel. Porque los días no acaban si en uno de ellos no te
recuerdo.
Tio, se que no me haras caso porque ni yo me lo hago... pero nadie merece la pena en este mundo (excepto la familia). No pierdas el tiempo recordando y vive el momento.
ResponderEliminarUn abrazo.