Jugando a preguntar

No es que tarde en responder, simplemente es que no encuentro las palabras con las decirte lo que siento. No es que tarde en decirte lo que mi corazón me susurra, solo es que no entiendo porque lo siente. Si me preguntas, yo te responderé aunque no sabré decirte cuando, no puedo darte una fecha, ni un momento. Simplemente ese día, lo diré, me dejare llevar, romperé las cadenas o los barrotes que impiden que me desboque. Dejare que mis besos y mis actos lleven las riendas.

Deberías saber ya las respuestas a tus preguntas. El final de cada uno de mis acertijos, pues no soy un laberinto en el que te puedas perder, lo sabes y aun así preguntas. ¿Es que no es tan evidente?. Para mí lo es, si te busco es porque me gustas, si mis ojos quieren tus labios es que me quiero llenar de ellos, si tú me miras y rehuyó tu mirada es porque ante ella me siento desnudo, si provoco una caricia es por sentir el calor de tu piel, el latir de tu corazón, es por buscar lo que sientes tú.

Si yo también busco respuestas a mis dudas. Puede que cuando me veas sonrías como con nadie, que cuando estas a mi lado te acomodes en un abrazo, puede que tus ojos brillen como estrellas cuando sin querer te busco, para encontrarme a solas contigo rodeados de tanta gente. Quizás todo sea inconsciente o producto de mis fantasmas, de mi fantasía o mi deseo.

Así que antes tus dudas y las mías, ante tus miradas traviesas y mis sonrisas tímidas, seguiremos jugando a las peguntas y respuestas. A encontrar una solución para nuestro enigma, a encontrar lo que la ocasión de rozar tus labios con los míos y dejar las preguntas y respuestas para otro momento. Sigamos jugando a preguntar sin responder y a perdernos entre nuestra piel.