Soy pequeño ante la gente, ante
ti. Ante tu mirada que me empequeñece, ante tus ojos que me roban poco a
poco, que me traspasan, que me hieren
sin querer. Tan grande eres que cuando me miras no sé si es a mí a los que me
rodean, a mis pensamientos, a mis dudas, a mi soledad. Cuando tus ojos hablan
yo escucho y mi hago más pequeño.
Soy tan pequeño que cuando grito
nadie me escucha, mejor así pues podrías oír lo que siento por ti. Podrías
escuchar lo que canto cuando nos encontramos, lo que pienso cuando te miro a
hurtadillas. Soy tan pequeño que podría pasar a tu lado y besarte, besarte con
locura. Porque a tu lado me hago pequeño y me difumino. Podría ser a un más
pequeño y no ser nada más que un sueño,
un sueño para ti.
Tan pequeño puedo llegar a ser
que me podría colar en tu cabeza y hacer que pienses todos los días en mí, que
quisieras rozarme con tu piel blanca, que quisieras mirarme con el cielo de tus
ojos, que me condenaras con el rojo de tus labios, que me propusieras perderme
entre tus sabanas. Podría ser tan pequeño que no me tuvieras que esconder.
Me hago pequeño, porque mi corazón
se hace grande a tu lado. Tan pequeño
puedo llegar a sentirme que me pierdo entre tus pecas, entre tus suspiros,
entre la humedad de tus labios. Tan pequeño soy que ante el miedo a caer, propongo
que me sujetes con tu mano; que ante la soledad tus brazos me sostengan. Soy pequeño,
si,pero porque grande es lo que siente mi corazón.